1, Hacer un tour de comida

¡Sin duda que es la actividad más interesante! La cocina vietnamita es una verdadera obra de arte culinaria que combina una variedad de sabores y técnicas de cocina de una manera única y deliciosa. A medida que explores las calles de Vietnam, te darás cuenta de que cada región tiene su propia especialidad culinaria, lo que hace que la experiencia gastronómica sea aún más emocionante.

Foto compartida por nuestro amable cliente David Reche

Lo que hace que la cocina vietnamita sea aún más especial es su énfasis en las verduras frescas y las hierbas aromáticas. Estos ingredientes se utilizan en casi todas las comidas y aportan un toque de frescura y vitalidad a cada plato.

Así que, cuando visites Vietnam, asegúrate de aventurarte en su mundo gastronómico y disfrutar de una de las cocinas más fascinantes y deliciosas del mundo como bún chả, phở, nem nướng, bánh mì, etc. ¡Buen provecho!

2, Tomar un café de huevo y observar el caos de Hanoi

Tomar un café de huevo y observar el caos de Hanoi es una experiencia que encapsula la esencia de Vietnam en muchas formas. Hay dos razones convincentes para hacerlo.

La primera razón radica en el café de huevo en sí mismo. Esta bebida es una auténtica joya de la gastronomía vietnamita. La mezcla de café fuerte y cremoso con la suavidad del huevo batido crea una textura única y un sabor inigualable. No es de extrañar que muchos turistas que visitan Vietnam se sientan atraídos por esta bebida y la encuentren irresistible. Es como un abrazo cálido en forma de bebida, y una taza de café de huevo se convierte en una necesidad para aquellos que quieren degustar lo auténtico.

La segunda razón para disfrutar de esta experiencia es que te permite sumergirte en el auténtico caos de Hanoi. Las calles bulliciosas llenas de motocicletas, bicicletas y transeúntes, los ruidos de los vendedores ambulantes y el ritmo frenético del tráfico son una parte integral de la vida vietnamita. Observar este caos con un café especial te brinda una perspectiva única de la vida cotidiana en Vietnam. Puede parecer caótico y desordenado a primera vista, pero dentro de ese caos hay una belleza y una energía que son inconfundibles.

Está claro que visitar un país extranjero, especialmente uno que está a medio mundo de distancia, es una experiencia que te cambiará para siempre. Te permite adentrarte en una cultura diferente, probar nuevos sabores y ver el mundo desde una perspectiva completamente nueva, ¿no te parece?

3, Ver las calles del casco antiguo en triciclo

Sentarse en un triciclo y recorrer las calles del casco antiguo de Hanoi es una experiencia que te permitirá apreciar aún más la riqueza y la diversidad de esta fascinante ciudad. A medida que avanzas lentamente por las estrechas calles y callejones, podrás sumergirte en un mundo de contrastes y descubrimientos sorprendentes.

El caos del tráfico, con motocicletas zigzagueando y conductores hábiles sorteando obstáculos, es un espectáculo en sí mismo. Observar cómo los locales se desenvuelven con destreza en este ambiente caótico puede ser asombroso. Es un recordatorio de la habilidad y la adaptabilidad de la gente local en su vida cotidiana.

Otra cosa que notarás es la paz que puede encontrarse en medio del caos. A pesar del bullicio de la vida urbana, hay momentos de serenidad en las plazas y rincones ocultos del casco antiguo. La arquitectura tradicional vietnamita, con sus techos de tejas y fachadas antiguas, te transportará a tiempos pasados, creando una sensación de tranquilidad en medio de la agitación.

4, Hablar con los vietnamitas

La comunicación en Vietnam puede ser sorprendentemente fácil, incluso si no hablas el idioma local, ya que los vietnamitas suelen hacer un esfuerzo genuino para interactuar con los extranjeros y hacerlos sentir bienvenidos.

Aunque puede haber barreras lingüísticas, la comunicación se logra de muchas maneras. Los gestos, las expresiones faciales y la buena voluntad son herramientas poderosas en la comunicación. Los vietnamitas suelen utilizar gestos amigables y sonrisas para expresar sus pensamientos y sentimientos, lo que hace que la interacción sea cálida y acogedora.

También tienen un profundo respeto por los visitantes extranjeros y están ansiosos por compartir su cultura y conocer la tuya. Esto se manifiesta en su voluntad de ayudar a los viajeros con indicaciones, sugerencias de lugares para visitar y recomendaciones culinarias.

Una de las formas más efectivas de conectarse con los vietnamitas es aprender algunas frases básicas en vietnamita, como “xin chào” (hola) o “cảm ơn” (gracias). Aunque tu pronunciación puede no ser perfecta, los locales apreciarán enormemente tus esfuerzos y estarán encantados de ayudarte a mejorar tus habilidades lingüísticas.

5, Visitar los pueblos tradicionales

Es cierto que, a pesar de ser la capital de Vietnam, Hanoi ha logrado preservar su rica herencia cultural y su encanto histórico. Además de explorar la ciudad misma, hay dos lugares cercanos que ofrecen una visión aún más profunda de la antigüedad y la cultura vietnamita: el pueblo antiguo de Đường Lâm y el pueblo tradicional de Bát Tràng.

El pueblo antiguo de Đường Lâm se encuentra a unos 44 kilómetros al oeste de Hanoi. Es famoso por su arquitectura tradicional vietnamita, con casas de ladrillo y madera bien conservadas que datan de hace cientos de años. Mientras caminas por sus calles empedradas, te sentirás transportado atrás en el tiempo. Además, el pueblo es conocido por su deliciosa comida local, especialmente el cerdo asado y la sopa de fideos de arroz. Es un lugar perfecto para una excursión de un día desde Hanoi y para experimentar la auténtica vida rural vietnamita.

Mientras tanto, el pueblo de Bát Tràng es famoso por su cerámica y alfarería de alta calidad. Se encuentra a aproximadamente 13 kilómetros al este de Hanoi, a orillas del río Rojo. Ha sido un centro de producción de cerámica durante siglos y pasear por sus calles te permitirá ver a los artesanos en acción mientras crean hermosas piezas de cerámica a mano. Tendrás la oportunidad de visitar talleres locales, aprender sobre las técnicas tradicionales y, si lo deseas, incluso participar en la creación de tu propia obra maestra cerámica.